22 de enero de 2021

CORONAVIRUS. La pandemia en el mundo avanza de manera implacable.

 Los científicos tienen claro que el coronavirus no es vida inteligente, pero con todo y con ello, por el momento, está ganando la batalla a la humanidad, dando de paso una lección de humildad a los políticos. Y seguro que solo por casualidad, ha escogido la vía de la mutación, creando nuevas cepas del coronavirus, que al resultar todavía más contagiosas, aún, manteniendo la letalidad, aumenta la mortalidad. Brillante para no tener cerebro, verdad.

Las nuevas cepas de coronavirus se expanden con rapidez por diferentes países. Se ha demostrado que tanto la nueva variante de Reino Unido como la de Sudáfrica y la de Brasil son más contagiosas, por lo que llegan a un mayor número de personas en un periodo de tiempo menor. ¿Por qué ocurre esto?

Una mutación que asegura la supervivencia del virus

La nueva variante de Sudáfrica, conocida como VUI-202012/01, es hasta un 50 % más contagiosa que el coronavirus común. Lo mismo ocurre con la cepa británica, que puede llegar a ser hasta un 70 % más contagiosa. ¿Pero por qué pasa esto?

Los virus poseen una proteína que es la encargada de adherirse a las células para invadirlas e ir propagándose por el organismo. Estas nuevas variantes del coronavirus presentan una mutación en dicha proteína, la proteína spike, que facilita el acoplamiento del virus al receptor ACE2 de las células humanas. De este modo, las nuevas variantes son mucho más contagiosas, pero son igual de virulentas que el Covid-19 común.

Por qué se parecen tanto las nuevas cepas

Los virus, al igual que los seres vivos, se adaptan al entorno. Los seres humanos se contagian de coronavirus de la misma manera en cualquier parte del mundo. Por este motivo, una adaptación para propagarse de forma veloz es una ventaja evolutiva. Son capaces de contagiar a más personas y reproducirse en sus células mucho más rápido.

Más contagiosa no significa más letal

Las nuevas cepas de coronavirus son más contagiosas, pero no más letales. Es decir, se propagan con mucha rapidez, pero sus efectos en el organismo son los mismos que los que causa el coronavirus común. No obstante hay que tener en cuenta algo: pueden ocasionar más muertes porque pueden llegar a más personas.

Las vacunas no se verán afectadas

La comunidad científica ha asegurado en varias ocasiones que las vacunas serán efectivas también sobre las nuevas variantes del coronavirus de Sudáfrica, Reino Unido y Brasil. Aun así, son cautelosos ya que nunca antes se ha trabajado con estas cepas.

En el caso de que se dieran otras mutaciones estas tendrían que ser evaluadas y estudiadas para ver si es necesario elaborar vacunas diferentes. Alerta por la rápida expansión de las nuevas variantes del coronavirus

La cepa descubierta en Inglaterra podría ser dominante en España en marzo

Irlanda es el país donde más rápidamente se ha extendido el coronavirus en la última semana coincidiendo con la expansión de la nueva cepa B-117 descubierta semanas antes en Inglaterra. En Londres, donde la nueva cepa ya es mayoritaria, un 3,56% de la población -una de cada 28 personas- tenía infección activa de Covid en la semana del 27 de diciembre al 2 de enero, la última de la que hay datos publicados.

La alarma se debe a que, aunque la nueva cepa no sea más virulenta que las anteriores, sí parece ser entre un 50% y un 74% más contagiosa, según sendos estudios basados en datos del Reino Unido hechos públicos la semana pasada. Por lo tanto, aunque el riesgo de sufrir Covid grave no es mayor con la nueva variante que con las anteriores, los números totales de personas que enfermarán, que requerirán hospitalización y que morirán sí aumentarán. Esto provocará una mayor presión sobre los sistemas sanitarios y obligará a adoptar medidas más estrictas que hasta ahora para controlar la epidemia.

La variante B-117 se ha detectado ya en 45 países después de que el domingo se confirmara su presencia en México y Rusia y ayer en Malasia. Posiblemente se encuentre también en otros países donde aún no se ha identificado, ya que su detección requiere un análisis genómico más complejo que una PCR o un test de antígenos.

Siendo más contagiosas, las nuevas cepas causarían más, casos, hospitalizaciones y muertes.

Otras dos variantes del coronavirus descubiertas en las últimas semanas inquietan a los epidemiólogos. La variante 501.V2, notificada por Sudáfrica el 18 de diciembre y a la que se atribuye el rápido aumento de casos que se registra en la región, se ha confirmado ya en 27 países. Otra variante descubierta en Brasil se detectó este domingo en Japón en cuatro viajeros procedentes del estado de Amazonas.

Estas dos variantes, a diferencia de la descubierta en Inglaterra, tienen una mutación llamada E484K que podría ayudarles a burlar los anticuerpos neutralizantes que el sistema inmunitario produce contra el coronavirus. La variante británica, por su parte, comparte con la sudafricana la mutación N501Y, que les ayuda a infectar las células humanas de manera más eficiente. Investigadores de Pfizer han demostrado, en un estudio presentado el 7 de enero, que esta mutación no compromete la eficacia de su vacuna.

Simón admite que la cepa británica puede ser la dominante en España en marzo

El epidemiólogo del Gobierno cree que no son necesarias nuevas restricciones para afrontar una variante mucho más contagiosa. Aunque un grupo de científicos pide en The Lancet endurecer las medidas "de inmediato", en la misma línea que el Centro Europeo de Control

Fernando Simón empezó hablando la semana pasada de que la variante británica tendría “un impacto marginal”, unos días después se mostró "preocupado" y este jueves ha admitido que "la expectativa que tenemos es que podría ser una cepa dominante en España hacia mediados de marzo", con una presencia de entre el 40% y el 50% del total. Al ser mucho más contagiosa (entre un 30% y un 50%) su impacto en la pandemia sería enorme, pero el portavoz técnico del Gobierno para la epidemia no cree que sea necesario tomar implementar nuevas restricciones a nivel nacional. “Lo importante es aplicar bien las que estamos aplicando, algo que con la cepa británica cobra aún más importancia”, ha señalado.

La previsión de Simón es imprecisa, dado que parte de las estimaciones de los estudios disponibles en España muy preliminares. El pasado lunes sostuvo que está por debajo 5% de prevalencia y este jueves ha dicho que podría ser quizás del "2%, del 3% o del 4%”.

#EnDirecto | Simón, sobre la cepa británica: "La expectativa podría ser que en marzo pueda ser una cepa dominante en España, ahora mismo, claramente no lo es" pic.twitter.com/71sgHAhoEn

— Europa Press (@europapress) 21 de enero de 2021

Otros científicos sostienen que la prevalencia de la variante se duplica cada semana en contextos de alta transmisión como el español, con lo que si ahora estamos en el 4%, en cuatro semanas, hacia finales de febrero la prevalencia podría ser ya del 60%. Diversos expertos como el exsecretario general de Sanidad, José Martínez Olmos o el epidemiólogo catalán Oriol Mitjà vienen advirtiendo de que había que prestar la máxima atención a la nueva amenaza y empezar a tomar medidas por el principio de precaución.

Los científicos

El giro de Sanidad se produce el día en que desde distintos foros se ha advertido de que hay que actuar ya contra la cepa. Catorce científicos centroeuropeos de alto nivel han publicado este jueves una carta en la revista científica The Lancet en la que reclaman a los estados que aumenten inmediatamente las restricciones a la movilidad y a la interacción social tanto de ámbito fronterizo como en el interior de cada uno de ellos ante la llegada de las nuevas variantes británica y sudafricana.

Los expertos se centran especialmente en la británica, la más extendida, y aseguran que podría causar “una nueva ola de propagación viral” que no podría ser frenada por “las medidas actuales” aunque la curva de contagios estuviera estabilizada o estancada.

Los firmantes del artículo brindan un cálculo muy fácil de entender para quienes siguen los boletines diarios de la pandemia, especialmente los de Catalunya: “Las estimaciones sugieren que R podría aumentar de 1 a aproximadamente 1,4”. Es decir, la velocidad de reproducción, el número de personas que contagia cada infectado aumentaría en 0,4.

Fuente: abc.es; lavanguardia.com; elperiodico.com