Científicos de IBM Research
han desarrollado un algoritmo que es capaz de rastrear el lugar donde se
encuentra un usuario de Twitter a través de los mensajes que éste envía a la
red social aunque no esté utilizando la geolocalización.
Cuando manejamos Twitter
podemos activar la opción de geolocalización, un servicio que ofrece la propia
red social para ampliar la información de nuestros tuits. Se trata de algo
opcional que el usuario puede tener o no conectado o utilizarlo en momentos
puntuales. A través de este novedoso algoritmo desarrollado por científicos de
IBM Research nuestros mensajes pueden revelar dónde nos encontramos.
Es capaz de 'chivar' la ciudad
y provincia desde la que escribamos y todo partiendo de nuestras conversaciones
y comportamiento en la red social del pajarito azul. Es la herramienta que
delata nuestra ubicación física aunque nosotros no queramos que se sepa. Su
metodología cuenta con un 70 por ciento de eficacia.
Con este algoritmo los
investigadores pueden tener más información sobre la distribución geográfica de
los mensajes de Twitter y analizarlos desde perspectivas distintas.
El trabajo ha sido realizado
en base a los tuits de usuarios de las 100 ciudades más grandes de Estados
Unidos en términos de población que fueron recopilados desde julio a agosto de
2011. Analizaron los 200 últimos mensajes de los usuarios, de manera que su investigación
estudió finalmente más de 1 millón y medio de mensajes en Twitter enviados por
casi 10.000 usuarios.
El 6,6 por ciento del total de
tuits eran fáciles de geolocalizar, ya que procedían directamente de la red
Foursquare. El 19 por ciento de mensajes contenían referencias directas a las
ciudades donde estaban situados los usuarios. Partiendo de esta información,
los investigadores desarrollaron un algoritmo en el que usaban diversos
términos para geolocalizar los mensajes, tales como hashtags, nombres de
ciudades u otras palabras clave.
Para validar la relación entre
la geolocalización dada por el algoritmo y la localización real, los
científicos compararon datos como la hora de los envíos de los mensajes en
Twitter y la franja horaria de las ciudades donde estarían los usuarios.
Este estudio, que ha sido
publicado en arXiv, permite sin duda analizar una gran cantidad de datos que
los usuarios generan, muchas veces sin ser conscientes, en las redes sociales,
pero también abre el debate del límite de la privacidad.
¿Puede interferir esta
herramienta en el ámbito privado del usuario de internet? En el apartado de
comentarios esperamos vuestras respuestas.
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