9 de marzo de 2014

La ciberguerra centra la atención de los expertos en seguridad informática

La ocupación rusa de Crimea ha venido acompañada de una escaramuza de ciberguerra, según informa la agencia de noticias Reuters: "El sistema de telecomunicaciones de Ucrania está bajo ataque, desde Crimea se están interfiriendo los telèfonos mòviles de los miembros del parlamento, ha afimado el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania". Equipamiento ruso instalado en la empresa de telecomunicaciones Ukrtelecom estaría bloqueando los teléfonos de los parlamentarios de Ucrania, informa Reuters.
Mientras esto sucedía al otro lado del mundo, en Madrid arrancaba el prestigioso congreso de seguridad informática RootedCon, que del jueves hasta el sábado ha reunido a un millar de hackers blancos y negros,  estudiantes, empresarios, inversores, académicos, profesionales de la ciberseguridad, fuerzas de la ley, servicios secretos e incluso el ejército. Todos cada vez más preocupados por el "meme" del momento: la ciberguerra, protagonista de esta quinta edición de la RootedCon.
"Es un tema especialmente complejo que va a cambiar mucho las reglas del sector", asegura Román Ramírez, coorganizador de la RootedCon. Hace ya años que el ejército estadounidense sumó a los tradicionales dominios de la guerra -tierra, mar y aire- el ciberespacio. "El mundo está involucrado en distintas ciberguerras, hay noticias sin parar sobre los hackers chinos, el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA) o los ataques del grupo Sirian Electronic Army", explica Ramírez. Y la ciberguerra se acerca cada vez más a Europa. Según el coordinador de la RootedCon, "nuestro país no puede quedarse atrás, debe dotarse de las mismas capacidades de defensa que otras naciones".
Pero el ciberespacio tiene sus propias reglas y armas que vienen a cambiar cómo se venía enfocando la seguridad informática: "Hasta ahora las organizaciones seguían estrategias de seguridad defensivas, aplicando protecciones contra los atacantes. La ciberguerra obliga a poner oficialmente sobre la mesa la necesidad de contraaacar", explica Ramírez. Esto implica el uso de herramientas para el ataque, las "ciberarmas", que abren la Caja de Pandora, según Ramírez: "¿Está el estado dispuesto a gastar el dinero necesario para pagar el desarrollo de estas ciberarmas? ¿Existe un armario de ciberarmas cerrado con candado y que para poder usarlas se deban tener una serie de autorizaciones y tutelas judiciales?
De esto se habló el pasado jueves en el congreso RootedCon, en una mesa redonda con la asistencia de representantes del Mando Conjunto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas, Centro Nacional de Inteligencia , Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas, Ministerio del Interior e investigadores de seguridad.
Al acabar, un asistente lo resumía así: "Nadie se moja, son todos muy buenos y no atacan a nadie, sólo el Mando Conjunto de Ciberdefensa habló algo de seguridad ofensiva cuando se le presionó. Piden la colaboración de hackers y dicen que se pagará, pero no tanto como el mercado negro y no se sabe de qué presupuesto".
Fuente: El Mundo.com