La brecha de seguridad que ha puesto con las cuerdas las contraseñas de
millones de usuarios de Internet ha evidenciado la necesidad de profesionalizar
la gestión del código abierto.
Rajiv Gupta, padre de la computación en la nube, insiste en que se
deben cambiar las contraseñas, a la vez que valorar la labor de OpenSSL. En su
opinión, la buena noticia es que se ha detectado pronto y se está trabajando en
ello. Sin embargo, Steve Marquess, presidente de la Fundación de Software
Abierto, que gestiona este código, sostiene que necesitan ayuda.
En un post en su blog pide ayuda
a gobiernos y empresas para reforzar su organización. “Gracias a la publicidad
de los últimos días hemos recibido muchísimos mensajes de apoyo y donaciones,
en su mayoría de entre cinco y 10 dólares”. La cifra final alcanza los 9.000
dólares, algo claramente insuficiente si se tiene en cuenta el alcance del
agujero de seguridad. En los últimos cinco años recaudaron, sumando todo, menos
de un millón de dólares.
El directivo insiste en que necesitan reforzar su equipo con algo más
que voluntarios. Estima en seis los trabajadores a tiempo completo que quiere
contratar y pide ayuda a empresas y gobiernos para hacerse con los servicios de
consultores de OpenSSL con una trayectoria contrastada.
Marquess intenta mantener el tono colaborativo y desinteresado que
caracteriza a la comunidad del software abierto: “En OpenSSL no se trabaja por
dinero. Tampoco por la fama, que casi nunca transciende el mundillo de la
tecnología, lo hacen porque creen en ello, lo ven cómo una forma de artesanía.
No se concreta el sueldo mensual propuesto, pero sí considera que
tendrían que rondar los 250 dólares por hora. “Que puede parecer mucho, pero no
lo es tanto para un médico o un abogado. Se trata de que se ganen bien la
vida”, subraya
Fuente: El Pais.com