12 de mayo de 2020

PANDEMIA. “Merkel olvida el regalo que todos dimos a Alemania por su quiebra”

Ante la postura insolidaria de la canciller para la crisis de la pandemia, la secretaria de Políticas Sociales de UGT, Mari Carmen Barrera, recuerda que “en 1953 el FMI perdonó el 62% de 38.800 millones de deuda y los países víctimas de los nazis renunciaron a reclamar daños”
Merkel sigue impasible a la tragedia del coronavirus.
Merkel no cede y el plan anticrisis de la UE ante el coronavirus choca con Alemania. Ante esta situación, la secretaria de Políticas Sociales de UGT, Mari Carmen Barrera, recuerda a la canciller -a través de un tuit- que ““en 1953 el FMI perdonó el 62% de 38.800 millones de deuda y los países víctimas de los nazis renunciaron a reclamar daños”.
Además, Barrera pone de manifiesto también que nunca un país tuvo, como fue Alemania, “un tratamiento tan favorable nunca”:
🔈#MERKEL OLVIDA EL REGALO QUE TODOS DIMOS A ALEMANIA POR SU QUIEBRA:
📌EN 1953 FMI PERDONÓ EL 62% DE 38.800 MILL DE DEUDA
📌LOS PAÍSES VÍCTIMAS DE LOS NAZIS RENUNCIARON A RECLAMAR POR LOS DAÑOS
📌NINGUN PAÍS OBTUVO UN TRATAMIENTO TAN FAVORABLE NUNCA.HTTPS://T.CO/SVP1TGS8GZ
— Mari Carmen Barrera (@mcarmenbarrera) May 11, 2020
Sin embargo, hoy Angela Merkel no recuerda el pasado. De hecho, la Comisión Europea no descarta iniciar un expediente de infracción contra Berlín.
De hecho, la resistencia del Gobierno de Merkel a cualquier fórmula que no lleve a endeudar más a los países más afectados por la pandemia, como es el caso de España, y el reciente varapalo del Tribunal Constitucional alemán a la intervención del BCE para rebajar las primas de riesgo, aboca sin remedio a una profunda recesión en países como el nuestro.
Ante esta postura de Alemania, es bueno recordar al mundo, y especialmente a Europa, que el Acuerdo sobre la deuda externa alemana de 1953 o Acuerdo de Londres de 1953, consistió en la quita o anulación de parte de la deuda externa alemana en un 62,6%; tanto las deudas contraídas en el período de entreguerras (Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial) como las deudas resultantes de la postguerra -fin de la Segunda Guerra Mundial– por parte de 25 países acreedores.
Fuente: Diario 16.com

ESPAÑA. Obligará a guardar cuarentena de 14 días a viajeros internacionales desde el 15 de mayo

Podrán desplazarse para ir a centros sanitarios, comprar comida, fármacos o bienes de primera necesidad, pero tendrán que hacerlo obligatoriamente con mascarilla
Los viajeros que vengan a España desde el extranjero deberán guardar cuarentena los 14 días siguientes a su llegada, según una orden del Ministerio de Sanidad publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que será efectiva a partir del próximo viernes, 15 de mayo, y estará vigente durante el estado de alarma y sus posibles prórrogas. Habrá excepciones: entre otros, los trabajadores transfronterizos o los profesionales sanitarios que se dirijan a ejercer su actividad laboral.
España sigue así la estela de gran parte de sus vecinos europeos, que han venido estableciendo periodos de cuarentena de 14 días a los viajeros que entran en sus territorios. En España, esta medida se ha venido aplicando a las autorizaciones excepcionales otorgadas para las repatriaciones de españoles y residentes en España procedentes de Italia. Ahora se hará con todo viajero internacional, salvo algunas excepciones.
Según argumenta el Gobierno en esta orden, "la favorable evolución de la situación epidemiológica" en España y el inicio de la desescalada "hacen preciso reforzar las medidas de control, de tal forma que teniendo presente la distribución mundial del virus y en base al principio de precaución, se considera necesario aplicar a las personas que procedan del extranjero la necesidad de realizar una cuarentena durante 14 días".
Desplazamientos por motivos de fuerza mayor
Durante este periodo de cuarentena, los viajeros que vengan a España deberán permanecer en su domicilio o alojamiento, debiendo limitar sus desplazamientos a la adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, y otros desplazamientos por motivos de fuerza mayor o situación de necesidad. En todos ellos será obligatorio el uso de mascarilla.
De igual manera, la orden establece que se deberán observar todas las medidas de higiene y/o prevención de la transmisión de la enfermedad provocada por el coronavirus, en especial a lo que se refiere a contacto con convivientes.
Las autoridades sanitarias podrán contactar con las personas en cuarentena para realizar su seguimiento. En todo caso, ante la aparición de síntomas como fiebre, tos, dificultad respiratoria, malestar general u otros síntomas de caso sospechoso de Covid-19, las personas en cuarentena "deberán contactar por teléfono con los servicios sanitarios mediante los números habilitados por las comunidades autónomas, indicando que se encuentran en cuarentena por proceder del extranjero", señala la orden
Excepciones: trabajadores transfronterizos y tripulación
De todas estas medidas quedan exceptuados los trabajadores transfronterizos, transportistas y las tripulaciones, así como los profesionales sanitarios que se dirijan a ejercer su actividad laboral, siempre que no hayan estado en contacto con personas diagnosticadas de Covid-19.
Las agencias de viaje, los tour operadores y compañías de transporte deberán informar a los viajeros de estas medidas al inicio del proceso de venta de los billetes con destino en el territorio español.
En el caso de los viajes en avión, las compañías aéreas deberán facilitar el formulario de salud pública para localizar a los pasajeros (Passenger Location Card), que deberá portar el viajero a su llegada a España.
Fuente: elPais.com

CORONAVIRUS. Falta de un gen en pangolín puede ser clave para la vacuna humana contra Covid-19

Un estudio señala que esta variante evolutiva puede dar pistas de por qué este animal no desarrolla síntomas de la enfermedad
De la misma forma que un detector de humo hace saltar una alarma, ciertos genes avisan a las defensas cuando un virus ingresa en el cuerpo de un ser vivo, desencadenando una respuesta inmune en la mayoría de los mamíferos. Esto es justamente lo que pasa con el nuevo coronavirus y, de hecho, se ha observado que este hecho puede empeorar la enfermedad al provocar una «tormenta perfecta» que provoca la inflamación de los tejidos; sin embargo, hay un animal al que esto no le ocurre: el pangolín. El hallazgo se hace ahora mucho más relevante al encontrarse relacionado con la forma en la que el nuevo SARS COV 2, que está afectando a millones de personas en todo el mundo, se propagó probablemente de los murciélagos a la especie humana: muchos estudios apuntan a que los pangolines podrían ser el portador intermedio de la enfermedad. Pero, ¿por qué a ellos no les afecta del mismo modo que a nosotros? Los genes pueden tener la clave.
El estudio, publicado en la revista « Frontiers in Immnunology» recoge que, a pesar de carecer de estos genes que avisan de que el virus ha ingresado en su organismo, los pangolines son capaces de tolerar la enfermedad y no tener síntomas por algún tipo de mecanismo desconocido. Y esta ventaja evolutiva puede suponer la diferencia a la hora no solo de encontrar la respuesta a esta pregunta en estos animales, sino en la vacuna humana contra el Covid-19.
Un sistema inmune particular
Como principal «sospechoso» de ser el animal transmisor de la enfermedad a las personas, los científicos analizaron su genoma, comparándolo con el de otros mamíferos incluidos gatos, perros, ganado y, por supuesto, humanos. «Nuestro trabajo muestra que los pangolines han sobrevivido a través de millones de años de evolución sin un tipo de defensa antiviral que es utilizada por todos los demás mamíferos», explica Leopold Eckhart, de la Universidad de Medicina de Viena en Austria y coautor del estudio. «Otras investigaciones sobre pangolines descubrirán cómo logra sobrevivir a las infecciones virales, y esto podría ayudar a diseñar nuevas estrategias de tratamiento para las personas con infecciones virales».
En humanos, el coronavirus puede causar una respuesta inmune inflamatoria llamada tormenta de citoquinas, que luego empeora los resultados y puede llevar incluso a la muerte. La supresión farmacéutica de la señalización génica, sugieren los autores, podría ser una posible opción de tratamiento para casos severos de Covid-19. Es decir, anular la respuesta inmune del individuo como hacen los pangolines de forma natural podría ser la clave, como han apuntado otros experimentos.
Sin embargo, Eckhart advierte que tal remedio podría abrir la puerta a infecciones secundarias. «El principal desafío es reducir la respuesta al patógeno mientras se mantiene un control suficiente del virus», apunta. Un sistema inmunitario hiperactivo puede ser apaciguado «al reducir la intensidad o al cambiar el momento de la reacción de defensa».
Pangolines como punto de partida
Si bien el estudio identificó diferencias genéticas entre pangolines y otros mamíferos, no investigó el impacto de esas diferencias en la respuesta antiviral. Es decir, se centró en la respuesta de esta especie con respecto al Covid-19 y no estudió los efectos con otros virus diferentes.
Además, los científicos aún no entienden cómo los pangolines sobreviven al coronavirus sin consecuencias, solo que su falta de estos dos genes de señalización podría tener algo que ver en que sean simples portadores. Eckhart agrega que otro gen, RIG-I, que también actúa como un sensor contra los virus, debe estudiarse más a fondo, ya que podría ser la respuesta defensiva contra los coronavirus.
Por lo tanto, este estudio es solo un punto de partida para entender mejor las características de esta nueva amenaza, la respuesta de los cuerpos de los mamíferos y las opciones para atajar el mal.
Fuente: ABC.es

CORONAVIRUS. Candidatos a vacuna que se están investigando en España

En ABC han hablado con investigadores que trabajan en los proyectos más prometedores para desarrollar un fármaco que acabe con la pandemia de la COVID-19
En este momento existen ocho candidatos a vacuna más adelantados, que ya están siendo probados en humanos, y otros 100 que ya se están probando en animales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, varios laboratorios con gran experiencia en el desarrollo de vacunas están trabajando para frenar la COVID-19. Ninguno ha avanzado todavía a la fase de ensayos en humanos, pero un candidato ya ha empezado a probarse en animales. No obstante, y aunque no están tan avanzados como otros proyectos en el extranjero, sigue siendo posible que alguno de ellos sea el que obtenga la vacuna más segura, eficaz o barata de producir.
Los candidatos a vacuna que se están desarrollando en España se basan en diferentes tecnologías. Cada una de ellas tiene unas ventajas y unos inconvenientes que podrían definir cómo se pondrá fin a la pandemia del coronavirus, de una vez por todas. ABC ha hablado con algunos de los científicos que trabajan en los laboratorios que buscan la vacuna en nuestro país.
ÍNDICE
  1. El grupo de Luis Enjuanes: crear un coronavirus atenuado
  2. El grupo de Mariano Esteban: el virus vaccinia como vehículo
  3. El grupo de Vicente Larraga: ADN para «enseñar» al sistema inmune
  4. El grupo de José Martínez Costas: proteínas para despertar la inmunidad
  5. Otros grupos españoles tras la vacuna
1.-El grupo de Luis Enjuanes: crear un coronavirus atenuado
  • Tipo de vacuna: virus atenuado, que no se disemina, construido por medio de ingeniería genética
  • Objetivo de la respuesta inmune que generaría: toda la partícula viral
  • Ventajas: en teoría produciría una respuesta inmune completa y duradera
  • Inconvenientes: el proceso de desarrollo es largo y ha de superar muy exigentes pruebas de seguridad
  • Fecha más próxima: el candidato se podría probar en ratones transgénicos en septiembre u octubre
El grupo del Laboratorio de Coronavirus, dirigido por Luis Enjuanes e Isabel Sola, en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), está trabajando en el candidato español a vacuna que podría generar la respuesta inmune más completa y duradera.
Los investigadores buscan crear un coronavirus atenuado, es decir, un microorganismo muy similar al virus SARS-CoV-2 pero que carece de capacidad de infectar o de producir enfermedad. A través de modernas técnicas de ingeniería genética, que permiten desactivar los genes de virulencia, crean una «copia» inofensiva del coronavirus para preparar al sistema inmune para responder ante el enemigo real.
«Lo primero que queremos conseguir es una copia sintética del virus», ha explicado a ABC Sonia Zúñiga, investigadora que trabaja en este candidato a vacuna y con décadas de experiencia en coronavirus. «Digamos que ya casi lo tenemos», ha añadido.
Los investigadores de este laboratorio fueron los primeros del mundo en modificar el genoma de un coronavirus, en este caso un virus que no infectaba a humanos, en el año 2000. Son pioneros en crear unas herramientas de genética reversa, que permiten manipular los genes de estos virus para investigarlos o crear copias atenuadas. (Se habla de genética reversa porque «traducen» el material genético del virus, en forma de ARN, en ADN, para poder manipularlo y producir nuevas copias del virus, dándole la vuelta al proceso natural).
Gracias a eso, hasta ahora ya habían acumulado mucha experiencia y habían creado versiones no infectivas del SARS (muy similar al SARS-CoV-2 y que causó una epidemia en 2003) y del MERS (que causó otra epidemia en 2012).
¿Por qué usar virus atenuados?
«Los virus atenuados, al ser virus completos, se presentan como un virus normal, así que en principio generan una respuesta inmune más completa, equilibrada y prolongada que la que dan vacunas basadas en un solo componente (como una proteína del virus)», ha dicho Zúñiga. Sin embargo, ha destacado, la duración de la inmunidad que dé la vacuna dependerá de cuánto dure la inmunidad generada por el propio virus SARS-CoV-2, especialmente en las mucosas respiratorias, donde suele ser más breve.
Otro punto clave es la seguridad. Al consistir la vacuna en un virus atenuado, se ha de evitar que pueda diseminarse por su cuenta o hacerse más infectivo: «Una vacuna basada en un virus atenuado requiere muchos más controles y medidas adicionales de seguridad para que no se pueda diseminar, de ahí que el principal inconveniente de este tipo de vacuna es el tiempo que tarda en desarrollarse». En este caso, además, están trabajando en reforzar las medidas de seguridad para que su candidato reciba aprobación para ser probado en ensayos con humanos.
En este laboratorio están avanzando en varios frentes más. Están usando la genética reversa para crear distintos coronavirus atenuados y están evaluando el papel de la aplidina y de otros compuestos como tratamientos contra el coronavirus. Además, están evaluando la eficacia de anticuerpos monoclonales frente al coronavirus en colaboración con varios grupos de investigación europeos y están investigando el funcionamiento del coronavirus durante la infección en colaboración con el grupo de Adolfo García Sastre, codirector de la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí, en Nueva York.
Según Zúñiga, en septiembre u octubre podrían comenzar los ensayos con el candidato a vacuna en ratones transgénicos, modificados para expresar el receptor (de nombre ACE2) que el coronavirus emplea para atacar las células humanas.
«Estamos muy lejos de otras vacunas», ha concluido Sonia Zúñiga. «Por ejemplo, la vacuna del grupo de Mariano Esteban, en el CNB-CSIC, está bastante más adelantada. Pero como científica no lo veo como una carrera, lo importante es que una vacuna se pueda usar si hay un próximo brote».
2.- El grupo de Mariano Esteban: el virus vaccinia como vehículo
  • Tipo de vacuna: vector o vehículo viral, el virus Vaccinia Modificado de Ankara (MVA)
  • Objetivo de la respuesta inmune que generaría: proteína S o espícula del coronavirus
  • Ventajas: el vehículo (MVA) se ha usado con éxito en otros candidatos a vacuna y es fácil de producir
  • Inconvenientes: la inmunidad frente a la viruela podría disminuir su eficacia
  • Fecha más próxima: los ensayos de seguridad en ratones de laboratorio comenzaron la primera semana de mayo y podrían extenderse tres o cuatro meses
Una vacuna es un fármaco capaz de emular la infección de un patógeno, con el objetivo de que el organismo prepare sus defensas para cuando se produzca la amenaza real. Ya hemos visto que un virus atenuado, que no puede diseminarse pero que se presenta completo al sistema inmune, puede cumplir esta función.
Pero en la batalla contra el SARS-CoV-2 otra forma de lograrlo es conseguir que las células humanas produzcan uno de los componentes que este virus tiene en su exterior: apenas una porción, que resulta inofensiva pero que puede «alertar» al sistema inmune. Uno de estos componentes es la proteína S o proteína de la espícula, una gran complejo molecular a través del cual el virus reconoce a las células humanas y logra infectarlas. Es casi como la llave que abre la cerradura de las células humanas para poder atacarlas.
Un virus introduciendo genes de otro
En el Laboratorio de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), dirigido por Mariano Esteban, tratan de conseguir que las células humanas produzcan esta proteína S (la llave), para conseguir una vacuna. Para lograrlo, usan un «mensajero» para llevar las instrucciones genéticas necesarias hasta las células humanas: otro virus.
Este virus es una cepa altamente atenuada del virus vaccinia, que carece de capacidad de replicarse y de producir más partículas virales, y que se denomina virus Vaccinia Modificado de Ankara o MVA.
«Nuestra ventaja es que utilizamos un vector (el MVA) que ya está aprobado para uso en humanos, por parte de las agencias reguladoras americana y europea», ha explicado Juan García Arriaza, investigador en el laboratorio de Mariano Esteban que ha estado impulsando el desarrollo de este candidato a vacuna desde enero. La causa de que esté aprobado es que «fue utilizado como vacuna frente a la viruela durante la campaña de erradicación de dicha enfermedad en los años 70», según ha comentado.
Por eso, hoy se sabe que el MVA es un virus muy seguro y que no replica en células humanas. Pero tiene más ventajas: «Además se manipula de forma sencilla, tiene un bajo coste de producción y es estable térmicamente, sin necesidad de refrigeración, lo que es importante por ejemplo en países tropicales. Por otro lado es un vector viral muy inmunogénico, capaz de activar de forma muy robusta tanto la producción de anticuerpos, como la activación de células T».
Usado en zika, SIDA o hepatitis C
Todo esto hace que el MVA sea un vector idóneo. De hecho, en el laboratorio de Mariano Esteban este vector se han empleado y probado ya en muchos candidatos vacunales frente a varias enfermedades humanas, como SIDA, hepatitis C, chikungunya, ébola, y zika, entre otras. En el caso del SIDA, uno de estos candidatos basado en el MVA entró en ensayos clínicos, mientras que en las otras enfermedades otros candidatos mostraron una alta inmunogenicidad y eficacia en ensayos en ratones o macacos.
Sin embargo, dado que el MVA fue empleado como vacuna frente a la viruela en los años 70, aquellas personas a las que se suministró esta vacuna podrían tener inmunidad frente a este candidato a vacuna, «lo cual pudiera disminuir la respuesta inmunitaria frente al coronavirus». ha explicado García Arriaza. «Es algo, que habría que evaluar», ha adelantado.
En teoría, una vacuna que usa la proteína S como diana generaría una inmunidad menos duradera que la proporcionada por un virus atenuado, que tiene como diana toda la partícula vírica. Pero Juan García Arriaza recuerda que la mayoría de las vacunas que se están desarrollando para frenar al coronavirus utilizan la proteína S como diana y que, además, hay formas de aumentar su inmunogenicidad, como suministrar dosis sucesivas de vacuna o combinarla con otras, aprovechando así la seguridad que da usar el MVA.
Experimentos en ratones en curso
Según ha dicho el investigador, los experimentos en ratones empezaron la semana pasada: «Ahora pretendemos analizar la inmunogenicidad de la vacuna, es decir cómo se activa el sistema inmunitario tras la vacunación», ha aclarado. Está previsto que estos ensayos se extiendan unos dos meses.
Ya en verano, quizás a partir de julio, García Arriaza comenzaría los estudios en unos ratones transgénicos susceptibles a la infección por coronavirus, puesto que están modificados para expresar el receptor ACE2 que el coronavirus reconoce para entrar en las células humanas. Ahí, evaluarán «si el candidato vacunal es capaz de proteger frente a la infección».
Más adelante, si los resultados fueran positivos, habría que hacer estudios en otros animales «susceptibles a ser infectados por el coronavirus y de reproducir los síntomas de la enfermedad, como hámsters, hurones o macacos», según ha dicho el científico. Ya han iniciado conversaciones para ir avanzando en este camino.
Por otro lado, dado que el MVA ya se ha utilizado en ensayos clínicos, García Arriaza espera que se agilicen los trámites necesarios para producir la vacuna en condiciones GMP (del inglés, «Good Manufacturing Practices») y conseguir la aprobación de su vacuna por parte de la Agencia Española del Medicamento. De ser así, los viales de la vacuna estarían listos para empezar los ensayos clínicos este año.
3.- El grupo de Vicente Larraga: ADN para «enseñar» al sistema inmune
  • Tipo de vacuna: vector plasmídico (un plásmido es una pequeña cadena circular de ADN)
  • Diana: proteína S, o espícula del coronavirus, y otras
  • Ventajas: es fácil de desarrollar y se podría producir en España rápidamente
  • Inconvenientes: este tipo de vacuna nunca ha sido aprobado en humanos hasta ahora
  • Fecha más próxima: el estudio está en etapas tempranas pero las pruebas en ratones podrían comenzar este verano
En el grupo de Mariano Esteban se usa un virus para introducir las instrucciones genéticas necesarias para producir la proteína S del coronavirus en las células humanas, de forma que esta gran molécula «alerte» al sistema inmune. Otra forma de hacerlo es introducir estas instrucciones genéticas sin necesidad de usar un virus. Por ejemplo, esto se puede lograr usando un plásmido, una cadena circular de ADN.
Esta es la aproximación empleada por el grupo de Vicente Larraga, jefe del Laboratorio de Parasitología Molecular del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB-CSIC) Margarita Salas, con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de vacunas.
«Hemos desarrollado un vector plasmídico: es una molécula sintética de ADN circular capaz de introducirse en una célula de mamífero, llegar hasta el núcleo e integrar un gen (normalmente de un antígeno del agente infeccioso que se quiere combatir) que nosotros introducimos en ella para que sea expresada la proteína de forma natural por la célula», ha explicado Vicente Larraga a ABC. En este caso, como ya hemos dicho, este antígeno es la proteína S de la espícula, la «llave» con la que el virus entra en las células.
Muy rápido de producir en España
En opinión de este investigador, este tipo de candidato a vacuna tiene la gran ventaja de que «es rápido y fácil de producir». De hecho, ha considerado que si se obtuvieran resultados positivos en experimentos con animales, «los problemas adicionales de producción industrial estarían ya casi resueltos, con lo que se produciría un avance de meses en las pruebas en humanos».
Este avance podría ser notable, si el candidato diera buenos resultados: «Ya tenemos el plásmido desarrollado con la empresa CZvaccines, del grupo Zendal, la única empresa española con permiso para producir vacunas», ha comentado Larraga.
Esto es posible porque el grupo de Vicente Larraga ya tiene desarrollada una vacuna frente a otro agente infeccioso, la Leishmania, en perros, donde ha obtenido una eficacia superior al 65%.
Eficaz sin cadena de frío
Además, Larraga ha comentado que se podría aumentar el número de dosis producidas por el plásmido, abaratando los costes de la producción, y que este candidato no necesitaría mantener la cadena de frío, lo que sería fundamental «para su transporte y distribución en zonas de dificil acceso en paises en vías de desarrollo».
Un problema que pueden tener los candidatos basados en plásmidos de ADN es que todavía no se han empleado en ninguna vacuna aprobada en humanos. Sin embargo, en otros laboratorios sí que se han hecho pruebas en humanos con estos vectores en una vacuna frente al SARS (el coronavirus que causó la epidemia de 2003).
En este momento, los investigadores están en una etapa temprana del desarrollo de la vacuna, en la que están introduciendo en los plásmidos varios genes de proteínas del virus SARS-CoV-2 relacionadas con la infectividad. Después de completar esta etapa, harán pruebas en células de riñón de mono para analizar si estas instrucciones genéticas permiten producir proteínas, entre ellas la proteína S. Si todo va bien, «quizás podamos empezar los experimentos de eficacia y seguridad en ratones en verano», ha comentado el investigador.
4.- El grupo de José Martínez Costas: proteínas para despertar la inmunidad
  • Tipo de vacuna: proteína recombinante
  • Diana: proteína S, o espícula del coronavirus, y otras
  • Ventajas: segura y muy barata y rápida de producir
  • Inconvenientes: algunas proteínas pueden ser difíciles de producir
  • Fecha más próxima: los estudios en ratones podrían empezar en junio
Algunas de las vacunas de las que hemos hablado se basan en darles instrucciones genéticas a las células humanas para que produzcan una de las proteínas del coronavirus. Pero se puede hacer algo más directo: introducir las proteínas del virus en las células. El problema en este caso es «fabricarlas» en el laboratorio.
El equipo de José Manuel Martínez Costas, en el Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS) de la Universidad de Santiago de Compostela, lleva años trabajando en un sistema capaz de producir las proteínas «in vitro» para luego introducirlas en las células y activar la respuesta inmune.
«Consiste en hacer que cualquier tipo de célula, ya sean bacterias, levaduras o células de insectos, produzca microesferas de proteínas», ha explicado a ABC este investigador. «Las propias células introducen en esas esferas antígenos virales, en este caso algunas proteínas del SARS-CoV-2 (que pueden activar la respuesta del sistema inmune)».
«Barato y rápido»
Estas esferas se pueden purificar fácilmente y al ser inyectadas, o quizás al ser inhaladas, podrían ejercer su papel de activar la respuesta inmune y conferir protección frente al coronavirus.
Además, la gran ventaja de este sistema es que es «muy barato y rápido de producir», en opinión del investigador. Por otra parte, resulta estable y no requiere mantener la cadena de frío, lo que es crucial en países tropicales, por ejemplo, ni añadir adyuvantes, otros compuestos que estimulan la respuesta inmune: las propias microesferas cumplen esa función.
En el lado negativo, el investigador ha explicado que alguna de las proteínas del virus podría ser difícil de producir por estos métodos.
Martínez Costas ha recalcado que en este momento tendrán que «probar con tres o cuatro proteínas diferentes, y en distintas combinaciones», hasta obtener el candidato más eficaz.
Experiencia en lengua azul y peste
Ya tienen experiencia: «Desarrollamos este sistema hace tiempo, y ensayamos con éxito en modelos animales, candidatos a vacuna para el virus de la lengua azul, la peste equina africana y cáncer, con un modelo de melanoma en ratón», ha detallado.
Los investigadores ya están obteniendo algunas de las microesferas, y esperan que en un par de semanas ya puedan enviarlas para hacer ensayos en animales de laboratorio, que se llevarán a cabo en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) de Valdeolmos (Madrid).
5.- Otros grupos españoles tras la vacuna
Los grupos de los que hemos hablado representan a algunos de los equipos de investigadores que más tiempo llevan desarrollando un candidato a vacuna para la COVID-19, pero no son los únicos.
El Fondo COVID-19, lanzado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en marzo, ha impulsado varios proyectos no mencionados hasta ahora para desarrollar una vacuna: en la Universidad Ramón Llull (basado en una vacuna de microARN); en la Universidad de Santiago, donde se estudia perfeccionar unos vectores peptídicos que podrían servir más adelante para estudiar otro candidato; en la Fundación Miguel Servet-Navarra Biomed, donde trabajan en plataformas de desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2, para mejorar la ingeniería de posibles vacunas; en el Instituto de Investigación Biomédica Augusto PI i Sunyer (IDIBAPS), donde otro proyecto investiga un candidato basado en microARN; en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, donde se investiga un vector basado en plásmidos.
Además, el grupo del investigador Carlos Martín Montañés, de la Universidad de Zaragoza, investiga si un candidato a vacuna para la tuberculosis, llamado MTBVAC, puede tener un efecto protector frente a la COVID-19 en macacos. Por último, un potente consorcio entre investigadores de la Fundación Lucha Contra el Sida, IrsiCaixa y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, entre otros, buscan otro candidato a vacuna, y piden colaboración a través de la web.
Fuente: ABC.es

CORONAVIRUS. España registra un repunte con 176 fallecidos en las últimas 24 horas

El coronavirus continúa aumentando la cifra de casos en España. Hasta el momento se han registrado 238.030 personas contagiadas.
La cifra de personas que han muerto a causa del virus ha ascendido hasta los 26.920 fallecidos.
El ministerio de Sanidad ha desvelado en las cifras oficiales, que se han confirmado 176 fallecidos en las últimas 24 horas.
El apartado positivo son las altas, España ya ha registrado 138.980 pacientes curados del coronavirus.
Tabla de datos
La tabla siguiente, además de mostrar los datos del coronavirus en España por Autonomías, presentan unos cálculos estadísticos, basados en la letalidad del SARS-COV-2 estimada entre 0,6% y 3,5% (según nuevo estudio publicado en Science de Stephen M. Kissler y su equipo de investigadores de la Harvard TH Chan School of Public Health), así como los referidos a una letalidad para la población en general entre 0,3% y 1% (procedente del Ministerio de Sanidad), que identifican los probables casos por coronavirus no detectados.
Además, añado una última fila con nuevo cálculo sumando al total de decesos en España, los 9.000 ancianos fallecidos, residentes en Geriátricos con síntomas COVID-19 sin confirmar.
Evidentemente los datos indicados no están validados por la comunidad científica, por lo que deben tomarse con la debida prudencia.
(*) Datos confirmados a las 21,00 horas del día anterior (Ministerio Sanidad)
Fuente: ElPlural.com

10 de mayo de 2020

PANDEMIA. “La normalidad volverá si hacemos pruebas y aislamos a los infectados”

El ganador del Nobel en 2018 considera que solo controlando el virus se puede conseguir la recuperación económica
En la postguerra, Dámaso Alonso abrió su poemario Hijos de la ira con aquel tremendo verso: “Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas)”. La voz de Paul Romer (Denver, Estados Unidos, 1965) llega, a través de Skype, clara desde su casa de Nueva York, una ciudad donde ya han muerto más de 19.400 personas por la covid-19. Premio Nobel de Economía y ex economista jefe del Banco Mundial, Romer lleva desde marzo (con la ayuda de la Fundación Rockefeller) buscando a través de ecuaciones y econometría un modelo que permita convivir con el virus sin cerrar la economía. Pues sabe, como otro Nobel, este de matemáticas, John Nash (1928-2015), que un mismo problema puede tener dos soluciones. O tres, sostiene Romer: aislamiento solo de los infectados, test masivos y 100.000 millones de dólares para financiarlos.
Pregunta.- Ha retrasado la entrevista con El PAÍS tres semanas seguidas porque estaba trabajando en un plan para reabrir la economía estadounidense. ¿Cómo es su arquitectura?
Respuesta.- La base del plan es que debemos usar test y aislamiento. Hacer test a todo el mundo y aislar a las personas que son portadoras del virus. Si hacemos esto podemos controlar la pandemia y restaurar la confianza en la recuperación económica. Porque solo aislando la pequeña porción de gente que está infectada podremos volver a la normalidad. Sin duda, la ventaja es que el resto de las personas continuarán trabajando y siguiendo con sus vidas.
Pregunta.-  En su blog compara la posibilidad de hacer un test de la covid-19 con la sencillez de adquirir un refresco. Pero también afirma que el sistema de salud es tan complicado que no se pueden producir más test. En España tenemos, también, el problema con el número de pruebas y su distribución. ¿Estamos aplicando el suficiente sentido común para resolver la emergencia?
Respuesta.-  A veces resulta complicado volver a lo esencial y liberarnos de toda la confusión. Una idea básica de la economía es proporcionar a la gente las cosas que quiere. Ahora mismo muchas personas quieren los test y algo va mal cuando no eres capaz de dárselos. La principal razón por la que alguien como yo quiere hacerse el test es para que la gente que esté a mi alrededor tenga la certeza de que no estoy infectado. Esto es lo que las personas quieren y tenemos que hallar la forma de dárselo.
Pregunta.-  Sostiene que, si Estados Unidos quiere volver a la normalidad este verano, el Gobierno debe gastar 100.000 millones de dólares al año con los que comprar 9.000 millones de test anuales y reducir el precio de las pruebas. ¿Es posible?
Respuesta.-  Desde luego. En este país esto corresponde a 10 dólares por test. Representa 26 test por persona haciendo pruebas cada dos semanas. Lo cual supone 260 dólares al año. Si podemos pagar 130 dólares por refrescos cada año podemos abonar esa cantidad por las pruebas. La pregunta clave es: ¿si sería útil gastar 260 dólares? Desde luego. Incluso, en mi opinión, resultaría práctico gastar más que eso. Este es el razonamiento. No lo que cuesta.
Pregunta.-  ¿Parar el virus o salvar la economía? ¿Podemos hacer las dos cosas?
Respuesta.-  Sí. Pero la única forma de recuperar la economía es controlando el virus.
Pregunta.-  Los test, desde luego, son importantes. Pero, ¿por qué incide tanto?
Respuesta.-  Porque para recuperar la economía, tenemos que asegurarnos de que la gente se sienta segura y con confianza. Hay que tener un plan para gestionar la pandemia que sea creíble, no solo este mes o esta semana. Invertir en test y aislar al pequeño número de personas que está contagiado es una estrategia simple, fácil de explicar y que no abandonaremos. La otra opción es que todo el mundo lleve mascarillas en público, esto podría prevenir la expansión y el retorno del virus. Sin embargo, tienes que ver si la gente está dispuesta a llevarlas y no se las quitará dentro de dos o seis meses. Porque si lo hacen, volvemos a la incertidumbre.
Pregunta.-  Otras opciones se centran en la vigilancia digital. ¿No le gusta?
Respuesta.-  Creo que es algo con lo que la gente se va a sentir incómoda. Puede provocar resistencias y malestar. Intentar algo así es una pérdida de tiempo. Las personas están muriendo todas las semanas y están perdiendo ingresos económicos. Vamos a poner en marcha cosas que se puedan hacer rápidamente. Alguien, desde luego, podría diseñar una aplicación y la gente se podría unir voluntariamente. Pero no podemos esperar a ver si esto es una realidad.
Pregunta.-  ¿Cuál es su mayor miedo económico ahora mismo?
Respuesta.-  Que la gente piense que volvemos a la normalidad. No vamos a volver a la normalidad. No sucederá de una forma automática. Sin una estrategia para lidiar con la incertidumbre, con el miedo, de manera creíble no veremos la recuperación económica. Si la economía está en depresión durante meses o años sería una tragedia para las personas. Perderían sus ingresos, sus casas, pasarían hambre. Pero también sería un drama para los países porque aumentarían las desigualdades sociales, la destrucción de sistemas políticos y el imperio de la ley.
Pregunta.-  ¿Imprimir dinero no es la solución?
Respuesta.-  Puedes imprimir todo el dinero que quieras. Pero no voy a ir, por ejemplo, a mi dentista hasta que sepa que no tiene el virus. Tampoco el dentista querrá, posiblemente, que vaya yo si no tiene la misma certeza.
Pregunta.-  En España el paro se ha disparado. ¿Es un precio enorme que tenemos que pagar?
Respuesta.-  Desde luego que no. Si controlamos el virus podemos alcanzar el pleno empleo y recuperar la actividad económica.
Pregunta.-  ¿Cuánto tiempo durará el distanciamiento social?
Respuesta.-  Todo depende de controlar el virus, pues puede estar aquí para siempre. Podemos tardar cinco o diez años en tener una vacuna que funcione. Debemos contar con un plan para manejar el virus de forma indefinida. Distancia social significa que no puedes ir al restaurante, no puedes ir al parque, no puedes visitar a tu padre que está en una residencia de ancianos. Esto es imposible de mantener durante cinco o diez años. Pero hacer test todas las semanas resulta algo fácilmente sostenible.
Pregunta.-  Muchos analistas no supieron interpretar el crash de 2008. ¿Están volviendo a fallar?
Respuesta.-  Si no nos movilizamos, la situación empeorará respecto al punto de partida. Pero no existe ninguna razón de peso para que se produzca esta regresión. Este virus va a estar circulando, como le decía, entre los seres humanos para siempre. Nunca se va a ir. Necesitamos manejarlo y aceptarlo. Resulta muy destructivo, pero tenemos la oportunidad de gestionarlo y no podemos perderla.
Pregunta.-  Imaginemos que estamos en el 1 de enero de 2021. ¿Cómo será vivir?
Respuesta.-  Dependerá de nosotros. Podemos tener la epidemia totalmente controlada si hacemos pruebas y aislamos a la gente infectada. Además recuperaremos la economía. Pero si miramos hacia otro lado, ese día, de ese año, será exactamente igual que hoy.
EDITORIAL
De la entrevista anterior y del resto de informes y estudios presentados en este blog tanto hoy mismo, como en las últimas semanas, se pueden extraer las siguientes conclusiones.
  •    Que existe consenso general sobre que el virus ha venido para quedarse.
  •    Que la prevalencia del virus será más fuerte en invierno y más débil en verano (probablemente por la subida de las temperaturas).
  •    Que el mayor peligro para la contención de la pandemia no viene de los enfermos de coronavirus, que también, sino de los asintomáticos (contagiados que no muestran sintomatología) como probablemente ha ocurrido en España, Italia y Francia.
  •    Que la realización de test masivos es la única defensa que tiene la humanidad para luchar contra el virus a falta de una vacuna terapéutica eficaz (cercana al 100% de efectividad).
  •     Que el confinamiento y aislamiento social después de Junio, debe ser el último recurso de contención de la pandemia.
  •     Que es necesario un plan de contingencias, país por país, y quizás otro a nivel continental en la Unión Europea.
  •    Que es imprescindible prestar ayuda a los países menos desarrollados para que cumplan sus respectivos planes de contingencias.
  •    Que “groso modo” estas son las soluciones y otra cosa son las formas de financiarlo.
Teoría del posible  patrón de propagación del coronavirus .
1.    Seguirá causando víctimas hasta Junio (con posibles repuntes), que en Julio y Agosto, con las previsibles subidas de temperaturas, se desactivará. Y aunque aparentemente pareciese que todos los contagiados (incluidos asintomáticos) estuvieran curados completamente, como ya se ha demostrado en algunos casos, no desaparecerá por completo de las personas infectadas, siendo incluso previsible, que, en esta fase durmiente del virus, con elevadas temperaturas, o bien no se contagie o bien el contagio fuese mínimo.
2.   En Septiembre, con la llegada del Otoño y la probable bajada de temperaturas respecto de meses anteriores, tal vez se reactivase el coronavirus en personas supuestamente curadas y asintomáticos. Probablemente no se notará demasiado en hospitales, aunque si en Centros de Salud (ambulatorios). Pudiendo ésta ser la fase inicial, en la que el virus comenzaría su difusión o contagio, de forma soterrada, como si fuera una gripe suave.
3.   En los meses siguientes, Octubre y Noviembre, que lógicamente debieran continuar bajando las temperaturas, y en consecuencia, se incrementarían la llegada de enfermos de gripe junto con enfermos de Covid-19 además de a los Centros de Salud, también a las urgencias de los hospitales, y quizás se vuelvan a necesitar las UCI. En este caso supondría la fase de expansión intermedia, donde el coronavirus podría acelerar los contagios
4.   En Diciembre, con la llegada del invierno podría haber otro estallido de la epidemia del coronavirus, que duraría todo el invierno, aunque quizás, si anteriormente se hubiesen realizado test masivos y medidas de aislamiento con enfermos de Covid-19, pudiera ser, que no se llegue al grado de epidemia (sería la fase de la explosión del coronavirus y la multiplicación imparable de contagios, sino es por medio de confinamientos)
5.   Llegada la primavera, iría disminuyendo otra vez su intensidad hasta el verano y vuelta a empezar.  
Recomendación
Es fundamental la realización de test masivos a la población desde el 1 de Septiembre (para obtener una instantánea post-vacacional de la infección del coronavirus y sobretodo detectar a los asintomáticos) y continuar haciéndolos, como mínimo, a primeros de mes de cada uno de los meses siguientes hasta disponer de una vacuna.
Fuente: elPais.com

CORONAVIRUS. Estudio de EEUU., predice 3 posibles escenarios de la pandemia

De los tres escenarios contemplados, solo uno, no obligaría a aplicar medidas de mitigación, mientras, que otro predice una fuerte segunda ola entre otoño e invierno.
Siendo el mensaje clave de este informe “que la pandemia de COVID-19 probablemente no terminará pronto", asegura Michael T. Osterholm, director del centro.
De los tres escenarios posibles hacia los que puede evolucionar la pandemia, solo uno prevé no volver a aplicar medidas de mitigación, según un informe del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de EEUU; que además asegura que el coronavirus seguirá propagándose durante dos años.
"Nuestro objetivo es ayudar a los planificadores a prever algunas de las situaciones que podrían presentarse durante este año o el próximo, de modo que puedan tomar medidas esenciales ahora, mientras aún hay tiempo", escribe Michael T. Osterholm, director del centro.
En cualquier caso, el informe advierte de que, en cualquiera de los tres escenarios planteados, hay que estar preparados para seguir viendo una "actividad significativa de COVID-19" durante al menos entre 18 y 24 meses.
El Centro asegura que aparecerán "puntos calientes" de forma periódica en diversas zonas geográficas. La apuesta del informe se decanta por la posibilidad de que la propagación del SARS-CoV-2 siga un patrón estacional cuya virulencia disminuya con el tiempo.
"El mensaje clave de este informe es que la pandemia de COVID-19 probablemente no terminará pronto, si alguno de los escenarios que hemos esbozado se cumplen. Tenemos que estar preparados para hacer frente a esta pandemia y sus "réplicas" durante 18 meses o más. También es probable que el virus permanezca con nosotros una vez que la pandemia se haya superado, probablemente en una forma menos virulenta y siguiendo un patrón estacional", asegura Osterholm en un comunicado.
Respecto a la posibilidad de tener una vacuna, el informe recuerda que existen muchos interrogantes en torno a la inmunidad que se adquiere de forma natural contra el virus una vez pasada en la enfermedad. Aunque fijándose en otros coronavirus estacionales se podría aventurar que haber pasado la enfermedad garantiza cierta protección, el informe reconoce que todavía no se sabe con certeza.
Por ahora, los primeros datos no están siendo muy esperanzadores. La OMS ha revelado que, con los datos actuales, todo apunta a que tan solo entre el 2% y el 3% de pacientes recuperados generan anticuerpo.
En cualquier caso, "es probable que una vacuna no esté disponible hasta por lo menos en algún momento del 2021", señala el informe. "Y no sabemos qué tipo de desafíos podrían surgir durante el desarrollo de la vacuna que podría retrasar esa fecha", concluyen.
En definitiva, el curso del coronavirus sigue siendo "muy impredecible", por lo que el centro ha desarrollado los tres escenarios más probables.
La epidemiología de otros coronavirus graves (SARS y MERS) es sustancialmente diferente a la de del SARS-CoV-2, asegura el informe.  "Por lo tanto, estos patógenos no proporcionan modelos útiles para predecir lo que se puede esperar", explican, señalando que han optado por utilizar un modelo comparativo basado en las pandemias de gripe.
Primer escenario: pequeños repuntes de contagios suceden a la primera ola
En este escenario, la primera ola de COVID-19 que estamos viviendo ahora se vería continuada por pequeños repuntes de contagios que se suceden de forma continuada durante un periodo de 1 a 2 años.
El informe prevé que esta propagación iría disminuyendo gradualmente en algún momento de 2021 y podría requerir seguir aplicando medidas de mitigación de forma flexible hasta ese momento.
En una publicación anterior de la revista Science, expertos de Hardvard ya advertían de que las medidas de distanciamiento social podrían tener que extenderse hasta 2022.
También otro grupo de expertos consultados por The Atlantic advirtió de que el peor de los casos—sin inmunidad generada y sin vacuna disponible—las medidas de confinamiento podrían prolongarse hasta 18 meses.
Segundo escenario: una segunda ola obligará a volver a las medidas de mitigación en invierno
Por ahora, el segundo escenario parece ser sobre el que existe más consenso dentro de la incertidumbre: habrá una segunda ola y probablemente se producirá entre otoño e invierno. El informe también prevé que en 2021 haya olas posteriores de menor intensidad.
"No sabemos si habrá una segunda oleada y si se producirá en invierno, pero es un escenario probable", explicaba a Business Insider España Adolfo García-Sastre, microbiólogo y director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes vinculado al Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Es una posibilidad que cobra fuerza, ya que las epidemias de gripe han seguido este patrón: una primera ola en primera, disminución de la propagación en verano y un gran repunte de casos en otoño.
García-Sastre explica que se espera que el verano reduzca el número de contagios, por lo que anima a realizar los análisis necesarios para evitar volver a un confinamiento con la segunda ola. Y es que este escenario requeriría volver a aplicar las medidas de mitigación en otoño para controlar la propagación y evitar la saturación de los sistemas sanitarios, según explica el informe.
Para el microbiólogo, la única forma de evitar el confinamiento es realizando test de diagnóstico a la población y rastreando los contactos de los casos positivos para aislarlos. Aunque en España ya hay en marcha un estudio de seroprevalencia, muchos expertos han denunciado que no sirve de nada sin un sistema de rastreo.
Tercer escenario: la propagación continúa de forma lenta sin llegar al punto de volver a necesitar medidas de mitigación
El último escenario que los expertos prevén, ofrece la posibilidad que la primera ola venga seguida de una propagación continuada pero que no llegue a adoptar la forma de una segunda ola como tal.
La ralentización de la propagación haría manejable el número de casos para los sistemas sanitarios, por lo que no se requeriría volver a implantar medidas de mitigación. Sin embargo, el informe advierte de que seguirían produciéndose contagios y muertes.
La realidad es que los expertos apuntan a que un virus suele reducir su virulencia a medida que se propaga, según explicó Juan García Arriaza, investigador de una vacuna contra el coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, a Business Insider España.
El científico aseguró que la crisis acabaría siendo manejada porque "la mayoría de los virus se van atenuando", explica, "y con el tiempo lo controlaremos".
Además, García Arriaza señaló que, aunque debía estudiarse más, todo apuntaba a que el nuevo coronavirus no mutaba mucho, lo que disminuía las posibilidades de que se empezara a propagar una cepa especialmente virulenta y facilita la búsqueda de un tratamiento.
Fuente: Bussinesinsider.es