Desarrollada durante 15 años, la vacuna ha superado con éxito los ensayos clínicos a gran escala, pero solo protege contra una de las cepas del virus y aún se desconocen aspectos claves como su duración
La directora de la Iniciativa de Investigaciones de
Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Pierre Preziosi,
que lideró el ensayo, dice que la vacuna sólo tiene intención de detener la
propagación de un brote en curso. Una vez que la OMS identifique nuevos casos
de ébola, sólo las personas con más riesgo de estar expuesto a un enfermo -como
familiares, personal médico o de recogida de residuos- recibirían la vacuna si
llega a ser aprobada.
Según Preziosi, la vacuna no se administrará de manera preventiva a gran escala como en las campañas de vacunación para la viruela o la polio porque no existen suficientes datos para demostrar cuánto dura la protección de la vacuna y porque solo actúa sobre una de las cepas del virus. Por eso, y siempre si la vacuna llega a ser aprobada, no se utilizaría como una "estrategia a largo plazo" para frustrar nuevos casos de ébola, señala.
Casi 12.000 personas en Guinea participaron en el ensayo
de la nueva vacuna para el ébola, el cual empezó en 2015 durante la gran
epidemia de ébola de entonces. Entre las casi 6.000 personas que recibieron la
vacuna, no se identificó ningún caso de ébola a los 10 días o más después de su
administración. Entre las personas que no recibieron la vacuna, se produjeron
23 casos durante el mismo período de tiempo.
Fabricada por Merck, la vacuna utiliza una versión modificada genéticamente del virus de la estomatitis vesicular, un virus animal que afecta principalmente al ganado, para portar un gen del virus del ébola insertado. Los resultados finales del ensayo fueron se publicaron a finales del mes pasado en la revista Lancet.
Para el director fundador del Centro de Acceso a
Productos Médicos de la Universidad de Georgetown (EEUU), Jesse Goodman, los
resultados del estudio son "impresionantes", pero aún quedan aspectos
desconocidos de la vacuna, incluida su eficacia y si resultará segura para
embarazadas, personas con VIH y niños pequeños.
Los estudios en personas seropositivas y niños menores de seis años acaban de arrancar, según el director científico y de operaciones de NewLink Genetics, Tom Monath, quien obtuvo la licencia de la vacuna en un principio de científicos del Gobierno canadiense y ahora está colaborando con Merck.