9 de junio de 2023

INVASION UCRANIA. Posible cólera en Jersón por inundaciones provocadas por voladura de la presa de Kajovka. Y reacción China y de Putin al respecto

 El Ministerio de Salud de Ucrania ha advertido este jueves de que es posible que se registren casos de enfermedades infecciosas, incluido el cólera, en la región de Jersón después de las inundaciones ocurridas en la zona por la destrucción de la presa de Nueva Kajovka.

"No descartamos que se presenten casos puntuales de cólera (...). Por nuestra parte, se ha fortalecido el control correspondiente y se ha hecho todo lo posible para que no ocurran estos casos. El sistema de salud está listo para responder", ha manifestado el viceministro de Salud, Igor Kuzin.

Esta advertencia se suma a la manifestada este mismo jueves por parte de la técnico oficial del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Teresa Zakaria, quien ha señalado que existe riesgo de cólera en las zonas afectadas por las inundaciones.

"No hemos visto ningún caso de cólera en humanos desde el inicio de la invasión de Ucrania. Dicho esto, las muestras ambientales muestran que el patógeno existe", ha alertado Zakaria en rueda de prensa desde Ginebra (Suiza), para añadir que "esto constituye un riesgo".

Durante la madrugada del martes, el Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó de la destrucción de esta infraestructura por parte de Rusia e indicó que estaban investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectaría a las zonas probables de inundación.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a los "terroristas rusos" de la destrucción de la presa, lo cual fue rechazado por el Kremlin, que considera que el ataque fue un "claro" y "deliberado" acto de sabotaje planeado y ejecutado por el "régimen de Kiev".

Reacción de China

Wang Wenbin ha pedido “a todas las partes en conflicto” que “respeten el Derecho Humanitario” y “hagan todo lo posible para proteger a los civiles y salvaguardar las instalaciones civiles” en el marco de la guerra.

La destrucción de la presa de Nova Kajovka supone un nuevo y trágico capítulo en la guerra de Ucrania iniciada hace ya más de un año. Mientras que Kiev y Moscú se culpan mutuamente de un posible ataque a la infraestructura, los habitantes de las poblaciones situadas en las orillas del río Dniéper están sufriendo las consecuencias del desbordamiento de la presa, lo cual ha provocado el desplazamiento de más de 17.000 vecinos.

No solo se han producido inundaciones y desalojos, también muertes. La Administración Militar ucraniana de Oleshky, una localidad de Jersón ocupada por las tropas rusas, dio a conocer la muerte de varios ciudadanos a consecuencia de estas inundaciones que afectan ya a 600 kilómetros cuadrados, una superficie superior a la de toda la isla de Ibiza.

Intervención de China

Ante estas circunstancias, el Gobierno de China ha mostrado su “grave preocupación” por la destrucción de la presa de Nova Kajovka y su impacto a nivel humanitario, económico y ecológico, en medio del cruce de acusaciones entre ambos países.

De hecho, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, ha exigido en rueda de prensa “a todas las partes en conflicto” que “respeten el Derecho Humanitario” y “hagan todo lo posible para proteger a los civiles y salvaguardar las instalaciones civiles” en el marco de la guerra.

Posible sabotaje ruso

“La posición de China sobre la crisis en Ucrania es consistente y clara. Bajo las actuales circunstancias, esperamos que todas las partes se comprometan con un acuerdo político a la crisis y trabajen juntos para aliviar la situación”, ha destacado, según la transcripción de sus declaraciones, facilitadas por el Ministerio chino a través de su página web.

En este contexto, cabe destacar que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) hizo pública en el día de hoy una grabación de lo que asegura que es una conversación entre dos soldados rusos en las que los participantes dicen tener conocimientos de la presencia de “un grupo” ruso que voló la presa de Kajovka.

“Un grupo de sabotaje nuestro está allí”

En la grabación, los dos soldados también describen las inundaciones, el crecimiento del nivel del agua y la destrucción causada en la zona ocupada por Rusia por el desbordamiento provocado por la destrucción de la presa y de la central hidroeléctrica de la que formaba parte.

“No son ellos (los ucranianos) quienes han atacado. Un grupo de sabotaje nuestro está allí. Querían asustarles con esta presa. No salió según el plan, fue peor de lo que planearon”, exhibe la conversación publicada este viernes por el servicio secreto de Kiev.

Putin rompe el silencio tras la voladura de la presa Kajovka

El presidente ruso acusa a Ucrania de llevar a cabo acciones “bárbaras”, generando una “catástrofe ambiental y humanitaria” a gran escala.

La actualidad bélica en Ucrania se trasladó en la mañana del pasado martes a la región de Jersón, donde la presa de Nova Kajovka saltó por los aires. Momentos después, cruce de acusaciones entre los bandos ruso y ucranio acusando al otro de haber volado las instalaciones, importantes para la central nuclear de Zaporiyia. Todo sucede después de que Ucrania diera las primeras señales de su tan esperada contraofensiva.

Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, señaló directamente a Moscú al asegurar que una explosión de tal calibre es imposible hacerla desde fuera. “Rusia ha estado controlando la represa y toda la central hidroeléctrica de Kajovka durante más de un año. Es físicamente imposible hacerlo estallar de alguna manera desde el exterior, mediante bombardeos. Fue minada por los ocupantes rusos. Y lo volaron”. Y ahora llega la respuesta del Kremlin, con un Vladimir Putin que afirma que es un “acto de barbarie”.

Según el presidente ruso, se trata de un ataque deliberado por parte de las tropas ucranianas, y que ha provocado “una catástrofe ambiental y humanitaria a gran escala”. De este modo se expresó Putin ante su homólogo turco, el presidente Recep Tayyip Erdogan, en una conversación telefónica. Unos términos casualmente parecidos a los empleados por Moscú horas antes, pues se refirieron al evento como “una de las catástrofes ambientales más importantes en Europa en las últimas décadas”.

Según informa el Kremlin en un comunicado, ambos presidentes departieron sobre la situación en Ucrania. Putin dijo que Kiev, a sugerencia de sus “manipuladores occidentales, sigue apostando peligrosamente por la escalada de las hostilidades, utilizando métodos terroristas y organizando sabotajes en territorio ruso. Un claro ejemplo de ello fue la bárbara acción de destruir la central hidroeléctrica de Kajovka”.

Por otro lado, Putin ha ordenado la puesta en marcha de un operativo para asistir a los afectados por la destrucción de la presa. Según ha informado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, el presidente ruso ha instado al ministro de Situaciones de Emergencia que elabore un plan para “ayudar a las personas y eliminar las consecuencias de este desastre”. Tras la destrucción de la presa, el agua ha dejado ya completamente inundadas al menos 29 localidades en la región, mientras que otras corren el mismo peligro, por lo que miles de habitantes han sido evacuados. Aunque las inundaciones han afectado a ambos bandos, Ucrania insiste en que las sufrirá “ocho veces más” que Rusia.

¿Putin emula a Stalin?

Los servicios de inteligencia rusa contaban con informes que aseguraban que Ucrania, en su contraofensiva, estaría preparando un ataque anfibio en el Dniéper, que ahora es imposible por la crecida del río. Con la voladura de la presa, Rusia seguiría con su estrategia de ‘tierra quemada’, que consiste en no dejar rastro de todo activo que pueda ser utilidad para el enemigo. En caso de tener que replegarse hacia Crimea, Moscú cedería una región de Jersón en una situación crítica.

Pero con esta maniobra Putin estaría imitando a Iósif Stalin, una importante figura política de la Unión Soviética. Con el fin de contener al ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial, Stalin ordenó a agentes del NKVD (precursores del KGB) la destrucción de la presa de Dneprostroi en agosto de 1941. Las tropas alemanas amenazaban la ciudad de Zaporiyia y el ejército Rojo estaba en retirada. La destrucción de la presa, situada a apenas 170 kilómetros al norte de la actual, causó también una gran catástrofe humanitaria y medioambiental.

“Hicimos explotar la presa del Dniéper para no permitir que este primer hijo del plan quinquenal soviético cayera en manos de los bandidos de Hitler. Se tomaron todas las medidas para no permitir que los alemanes hicieran uso de la presa y su maquinaria”, dijo entonces el portavoz del gobierno soviético, Solomón Lozovski.

Fuente: EFE; Reuters; EuropaPress

POSDATA

(*) Por cierto, malas noticias para las derechas y ultraderechas españolas, puesto que ayer  inscribieron a Sumar como coalición, tras hacerse público el acuerdo con Unidas Podemos, que evidentemente, acercan un poco más la derrota electoral a los negacionistas y derogadores de avances sociales en España, que son PP y Vox.