Una ley alemana que
exige que redes sociales como Facebook y Twitter retiren rápidamente discursos
de odio de sus sitios será revisada tras las críticas que ha recibido por estar
bloqueando demasiado contenido en internet, indicaron funcionarios.
La ley, que entró en
vigor el 1 de enero, es el intento más ambicioso de una democracia occidental
para controlar lo que aparece en las redes sociales y busca garantizar el
cumplimiento en internet de las duras prohibiciones alemanas contra el discurso
del odio, incluida la ideología pronazi.
Para ello, exige a
los sitios la retirada de contenido prohibido en un plazo de 24 horas si no
quieren enfrentarse a multas de hasta 50 millones de euros (62 millones de
dólares). La ley, conocida como NetzDG, es considerada como un laboratorio de
prueba a nivel internacional que está siendo analizada de cerca por otros
países que estudian implantar medidas similares.
Políticos germanos
que están formando un nuevo gobierno dijeron a Reuters que quieren añadir una
enmienda para ayudar a que los usuarios de la web puedan conseguir que se
restaure el material borrado de manera incorrecta.
Los legisladores
pretenden también que las redes sociales establezcan un organismo independiente
para revisar y responder a los reportes de contenido ofensivo del público, en
lugar de que sean las compañías las que lo hagan por su cuenta.
Este sistema, similar
a la vigilancia que reciben los videojuegos en Alemania, podría permitir un
acercamiento más considerado a decisiones complejas sobre si se debe bloquear
contenido, dijeron expertos legales.
Los cambios
propuestos llegan tras las críticas planteadas por opositores a la ley,
incluidos defensores de la libertad de expresión y la Asociación de Periodistas
Alemanes, que dicen que la amenaza de grandes multas está llevando a las
empresas de internet a inclinarse por el lado de la cautela, bloqueando más contenido
del necesario.
Como ejemplo,
señalaron varios casos de alto perfil como el bloqueo de la cuenta en Twitter
de una revista satírica que parodió comentarios antimusulmanes.
Facebook, que asegura
que tiene a 1.200 personas en Alemania trabajando en la revisión de
publicaciones de las 14.000 que emplea a nivel global para moderar contenidos y
seguridad de cuentas, afirmó que “no tiene una estrategia para borrar más de lo
necesario”.
“La gente piensa que
borrar contenido ilegal es fácil, pero no lo es”, comentó Richard Allan,
vicepresidente de Facebook para política pública en Europa, Oriente Medio y
África. “Facebook revisa con cuidado cada reporte de NetzDG y cuenta con
asesoramiento legal donde es necesario. Cuando nuestros expertos legales nos lo
aconsejan, seguimos su evaluación para poder cumplir nuestras obligaciones
legales”.
Twitter declinó hacer
comentarios sobre cómo está implementando la ley, mientras que YouTube,
propiedad de Google, dijo que seguirá invirtiendo con fuerza en personal y tecnología
para cumplir con NetzDG.
Entre los otros
países que están estudiando medidas similares, Francia evalúa reglas para
bloquear las “noticias falsas”, Reino Unido intenta detener el acoso en las
redes a los políticos y Japón busca restringir las publicaciones suicidas
después de que un supuesto asesino en serie encontró a sus víctimas rastreando
Twitter.
Fuente: Reuters