La necesidad de estar conectados a Internet y enviar o recibir información constantemente, hace que utilicemos equipos informáticos que se encuentran en lugares públicos. Pero hay que prestar atención a los sistemas a los que accedemos y, sobre todo, a través de qué equipos y con qué conexión y garantía de seguridad lo hacemos.
Según apuntan desde la firma de seguridad informática Eset, “en muchos casos, estos equipos y redes, al tener usuarios distintos, pueden albergar y ser punto de entrada para diversos códigos maliciosos”.
No cabe duda de que, por mucha seguridad que incorporemos en nuestra oficina o puesto de trabajo, si accedemos a él desde un equipo externo, especialmente desde una ubicación pública, los peligros a los que estamos expuestos son numerosos como:
Especialmente aquellas redes inalámbricas que son públicas y gratuitas suelen ser un claro objetivo de los delincuentes informáticos por lo que siempre hay que prestar especial atención a ello.
Y como final recuerden siempre el dicho popular que dice así: "más vale prevenir que lamentar".
Según apuntan desde la firma de seguridad informática Eset, “en muchos casos, estos equipos y redes, al tener usuarios distintos, pueden albergar y ser punto de entrada para diversos códigos maliciosos”.
No cabe duda de que, por mucha seguridad que incorporemos en nuestra oficina o puesto de trabajo, si accedemos a él desde un equipo externo, especialmente desde una ubicación pública, los peligros a los que estamos expuestos son numerosos como:
- Entrada de código malicioso, virus, troyanos o el robo de datos, que son sólo algunas de las vulnerabilidades de las que los usuarios pueden ser objeto si no se hace esta conexión con garantías de seguridad.
- Comprobar que el ordenador que utiliza tiene instalado algún sistema de protección.
- No dejar restos de información personal en los equipos.
- No descargar nunca mensajes de correo electrónico ni archivos al disco duro del ordenador, en el caso de que este equipo sea de uso público.
- Los sistemas de mensajería instantánea tampoco escapan de las vulnerabilidades de las que pueden ser objeto. A menudo, las conversaciones que los usuarios mantienen a través de estos sistemas quedan almacenadas, con la consiguiente posibilidad de que otra persona pueda acceder a estos datos y hacer un mal uso de ellos.
- Para prevenir estas vulnerabilidades en los programas de mensajería instantánea, también es conveniente mirar que el historial de conversaciones esté desactivado antes de iniciar una sesión. Además, nunca está de más que, junto a esta prevención, el usuario compruebe al final una conversación, que ésta no ha quedado almacenada en el sistema.
Especialmente aquellas redes inalámbricas que son públicas y gratuitas suelen ser un claro objetivo de los delincuentes informáticos por lo que siempre hay que prestar especial atención a ello.
Y como final recuerden siempre el dicho popular que dice así: "más vale prevenir que lamentar".
Fuente: PcWorld